Aunque las prendas de baño parezcan muy resistentes son casi tan delicadas como la ropa interior. El cloro de la piscina, la arena, los bronceadores y la sal del mar son factores muy agresivos a los que se enfrentan los bañadores y bikinis cada verano.

Mercería Ana te da una serie de consejos y recomendaciones que evitarán que tu bañador o bikini favorito se estropee antes de tiempo.

  • Antes de estrenar tus prendas de baño es mejor que tengas paciencia y las pongas en remojo con un poco de vinagre o agua con sal, así el color se fijará y durará más tiempo.
  • Tienes que tener cuidado a la hora de aplicar el bronceador, algunas cremas y sprays llevan colorantes que dejan manchas en las prendas y son muy difíciles de quitar.
  • Otro aspecto que no hay que olvidar es donde nos sentamos o con qué nos rozamos ya que si lo hacemos sobre superficies ásperas, las prendas se pueden dañar, y en el césped se podrían teñir de verde por la humedad (y no se quitará fácilmente).
  • Es recomendable lavar las prendas de baño después de cada uso con agua fría y jabón líquido para ropa delicada, así eliminarás el cloro y la sal. Nunca utilices agua caliente ya que puede dañar el tejido, encogerlo e incluso desteñirlo. Tampoco utilices suavizante, las fibras y los elásticos pueden darse de sí.
  • No dejar en remojo.
  • Después del lavado hay que eliminar el exceso de agua, tienes que hacerlo con mucho cuidado para no deformar la prenda.
  • La mejor forma de secar la ropa de baño es al aire libre, sobre una superficie lisa para que no se deforme y a la sombra para que no aclare el color.
  • Nunca utilices la secadora, el calor destruye las fibras elásticas de tu bañador o bikini.
  • Nunca las planches.
  • Antes de guardar un bikini o un bañador debes asegurarte de que esté bien seco, ya que la humedad facilita la proliferación de hongos.

 

Ahora ya sabes cómo cuidar tus prendas de baño…👙

¡Nos vemos en el siguiente blog! 😍